El frenillo lingual es una pequeña membrana ubicada debajo de la lengua, que en algunos casos puede estar anormalmente corto o mal posicionado, limitando la movilidad de la lengua. Aunque la causa exacta es desconocida, algunas familias pueden presentar este trastorno de manera hereditaria. Cuando esta condición es más grave, se conoce como anquiloglosia, una “lengua atada” que impide que la lengua se mueva adecuadamente.
¿Qué problemas puede causar un frenillo lingual en bebés?
El frenillo lingual comprometido puede ocasionar varios inconvenientes en el desarrollo del bebé, entre los cuales se incluyen:
- Dificultades en la lactancia materna: Un agarre ineficaz que genera problemas en la succión.
- Alteraciones en la succión: La lengua no puede moverse correctamente para succionar adecuadamente.
- Respiración oral: Debido a la falta de movilidad de la lengua, el bebé puede respirar por la boca.
- Deglución disfuncional: Durante la alimentación complementaria, puede tener problemas para formar el bolo alimenticio y tragar correctamente.
- Paladar ojival: Una posición inadecuada de la lengua puede contribuir a un paladar estrecho.
- Trastornos del habla: El frenillo lingual restringido puede dificultar la pronunciación de ciertos sonidos.
En resumen, un frenillo lingual poco funcional puede generar dificultades durante la lactancia, afectar la respiración, y comprometer el desarrollo del habla y la deglución del bebé a medida que crece.
¿Cómo saber si mi bebé tiene un frenillo lingual comprometido?
Los signos comunes de un frenillo lingual alterado incluyen:
- Grietas o dolor en los pezones durante la lactancia.
- Agarres ineficaces o chasquidos al succionar.
- Llanto excesivo e irritabilidad.
- Tomar mucho tiempo para alimentarse sin aumento de peso.
Si observas que la lengua de tu bebé no se eleva o realiza movimientos inusuales, es recomendable que consultes a un logopeda especializado. Este profesional realizará una evaluación detallada del frenillo y su funcionalidad, ya que algunos frenillos son poco funcionales, pero no requieren intervención.





¿Qué hacer si mi bebé tiene un frenillo lingual comprometido?
Cuando el frenillo lingual no es funcional, la intervención más común es una frenotomía, un procedimiento sencillo que implica un pequeño corte en el frenillo para liberar la lengua y permitir una mayor movilidad. Después de la intervención, es esencial realizar un seguimiento con un logopeda para practicar ejercicios de lengua que faciliten la recuperación y eviten que el frenillo vuelva a pegarse.
Consulta a una logopeda especializada en terapia miofuncional
Dpto Logopedia Arenas de Mónsul
Mélani sola Martinez
Logopeda especializada en terapia miofuncional