Fisioterapeuta
Natalia tiene una gran sensibilidad con los niños, y entre sus virtudes profesionales está el respeto y la comprensión en el desarrollo del niño, ansía promover que los más pequeños encuentren su fortaleza y se empoderen de emociones positivas y de motivación para aprender.
“Soy una persona muy empática, sensible, creativa y positiva. Me preocupo por el bienestar de nuestros niños. Soy solidaria con las familias y compañeros del equipo profesional”
Lo que más me gusta de mi trabajo es:
Poder conectar con nuestros niños creando un vínculo que nos ayude a conseguir los objetivos a través del juego. Lo más maravilloso es trabajar y aprender disfrutando.”
Es por ello que Natalia, siente gran satisfacción cuando asesora a las familias y le da pautas que puedan incluir en su vida diaria para mejorarla, pero no lo hace sola, la relación con sus compañeros es muy enriquecedora y positiva. Y como ella dice; – “Aprendemos los unos de los otros y nos esforzamos por y para conseguir los mejores resultados en los tratamientos”.
Natalia, ¿cuál es tu recorrido?
Estudié fisioterapia en la Universidad de Almería allá en el año 2006. Cursé un master de Fisioterapia en el abordaje neurológico del niño y del adulto en la Universidad de Murcia.
Comencé en el mundo laboral de la fisioterapia en Neuropediatría pasando por diferentes centros privados en Almería y posteriormente en Madrid, donde tuve el gran privilegio de trabajar en la Fundación Bobath y aprender de profesionales con largo recorrido en el mundo de la atención temprana y parálisis cerebral.
Tras volver de la capital a Almería comencé a trabajar con el equipo de Lidia Parra y así poder atender a la población infantil con problemas motóricos y neurológicos o en riesgo y a asesorar a las familias.